El ojo seco es una patología bastante compleja que requiere de un seguimiento continuo. En casos graves pueden aparecer úlceras y opacidades corneales, que pueden llegar a provocar déficit visual importante.

¿Qué es la enfermedad de ojo seco?
El ojo seco es una enfermedad multifactorial y compleja que afecta a la superficie ocular y que produce molestias, problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en la córnea y la conjuntiva.
Se trata de una enfermedad crónica que afecta a muchos perros y gatos, y requiere un diagnóstico y tratamiento personalizados. Existen varias causas y tipos de ojo seco que implican diferentes grados de severidad y que requieren estrategias terapéuticas individualizadas para obtener los mejores resultados.

A pesar de su nombre, el ojo seco es mucho más que, simplemente, «no tener lágrima»
Síntomas
- Sequedad ocular
- Enrojecimiento de la conjuntiva (ojo rojo)
- Parpadeo frecuente y necesidad de rascarse los ojos
- Escozor, molestias o dificultad para mantener los ojos abiertos
- Lagrimeo
- Aumento de secreciones mucosas o mucopurulentas (legañas)
- Fotofobia (intolerancia anormal o molestia excesiva por la luz)
- Pérdida de visión
En algunas mascotas, las molestias que produce el ojo seco estimulan la secreción de la glándula lagrimal principal, produciendo paradójicamente el llamado lagrimeo.
Con frecuencia estos síntomas se acentúan en situaciones relacionadas con un aumento de la evaporación (calor, viento, aire acondicionado).

Causas
Generalmente el ojo seco se produce por:
- déficit de lágrima (por falta de producción o excesiva evaporación)
- lágrima de mala calidad (falta o alteración de los lípidos o mucina que componen la lágrima)
- blefaritis (inflamación del párpado).
Las causas son muy diversas y pueden darse de forma aislada o confluir varias de ellas.
Los principales factores de riesgo del ojo seco son:
- Enfermedades como diabetes o hipotiroidismo
- Edad avanzada
- Alergias
- Razas braquicefálicas (con ojos muy saltones)
- Uso de fármacos como colirios (para el glaucoma), sulfamidas o antihistamínicos (para la alergia)
- Tratamientos con quimioterapia o radioterapia
- Haberse sometido a una cirugía ocular
- Factores ambientales (aire acondicionado, calefacción, ambientes secos o muy contaminados…)
- Alimentación (déficit vitamínico)
- Enfermedades autoinmunes
Tipos de ojo seco
- Acuodeficiente: Por falta de producción de lágrima, generalmente del componente acuoso.
- Evaporativo: Por una evaporación rápida de la lágrima. Es el motivo más frecuente, causado principalmente por la disfunción de las glándulas de Meibomio o por imposibilidad de parpadeo completo (en animales con ojos saltones, etc.).
- Inflamatorio: Por inflamación clínica o subclínica.
- Neurotrófico: Por déficit en la inervación de la córnea, lo que limita la secreción de lágrima y la regeneración de la superficie ocular.

Determinar correctamente el tipo de ojo seco mediante un examen oftalmológico exhaustivo y pruebas diagnósticas específicas es la clave para una orientación individualizada y un tratamiento a medida y eficaz.
Pruebas diagnósticas
- Tinciones vitales (fluoresceína, rosa bengala, verde lisamina)
- Test Schirmer
- Analizador superficie ocular OSA VET
- Meibografía
- Citología de impresión
Es importante tener en cuenta que la combinación de diferentes tests y pruebas complementarias permite un mejor diagnóstico que el que se obtiene con un test o prueba de manera individual. Por este motivo, siempre se recomienda combinar diferentes tests para conseguir que el diagnóstico sea lo más correcto posible.
Por ejemplo, pruebas diagnósticas como el analizador de la Superficie Ocular (OSAVET) nos permitirán determinar qué capa de la película lagrimal está afectada para realizar un diagnóstico preciso del ojo seco e implementar un tratamiento adecuado en perros, gatos, conejos, équidos y exóticos.
Tratamiento
En función de la causa y de las características del paciente, el ojo seco puede requerir distintos tratamientos diseñados a medida. Más allá de las lágrimas artificiales (preferiblemente de ácido hialurónico y sin conservantes) y de las pomadas lubricantes, existen tratamientos en consulta que contribuyen eficazmente a mejorar la sintomatología:
- Higiene palpebral: Aplicar calor sobre los párpados, masajearlos y limparlos con solución jabonosa, geles o toallitas específicas. Así se elimina el exceso de bacterias y de secreciones.
- Medidas ambientales: Evitar calefacción, aire acondicionado, ventiladores y ambientes contaminados o polvorientos. Usar humidificadores.
- Proteger los ojos con gafas.
- Hidratar los ojos con lágrimas artificiales.
- Consumir suplementos ácidos grasos, especialmente omega 3 en altas dosis para mejorar la calidad de la lágrima.
- Administrar antiinflamatorios u antiobióticos tópicos o vía oral, bajo prescripción del especialista.
- Tratamientos específicos con células madre.
- Cirugías como el injerto de mucosa bucal o la transposición del conducto de Stenon.

Al ser una enfermedad crónica, el tratamiento del ojo seco no finaliza al salir de la consulta, sino que requiere de una serie de cuidados y hábitos que se deben realizar en casa.
¿En qué animales es más frecuente?
El ojo seco es más frecuente en pacientes mayores, y puede aparecer tanto en perros como en gatos, équidos, animales exóticos y pequeños mamíferos.
En perros hay razas más predispuestas, como los de morro chato o braquicefálicos (Bulldog Francés, Bulldog Inglés o Carlino), que pueden padecer ojo seco con pocos años o meses de edad.
En equinos, la enfermedad de ojo seco podría estar infradiagnosticada por varias razones. Una de ellas es que no se tiene en cuenta en el diagnóstico diferencial de enfermedades de la superficie ocular (por ejemplo, no se suele investigar la causa principal de la úlcera epitelial). Otra razón es que podría estar relacionada con la edad, ya que la esperanza de vida de los caballos ha aumentado considerablemente en los últimos años. En cualquier caso, según nuestra experiencia, su diagnóstico y correcto tratamiento puede mejorar de forma muy significativa la calidad de vida del paciente.
¿Se puede prevenir?
En animales braquicefálicos, que tarde o temprano, van a desarrollar síndrome de ojo seco, se puede iniciar el tratamiento de forma preventiva.
Evitar en la medida de lo posible situaciones que aumentan la evaporación lagrimal puede prevenir la aparición de síntomas de ojo seco: exceso de sol o viento, uso de calefacción, secadores o aparatos de aire acondicionado.


